ASOCIACIÓN TÉCNICA DE EMULSIONES BITUMINOSAS
email - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Directora de Formación de ATEB
Estimado lector, seguro que al ver el título has pesando ¡vaya barbaridad¡, como puede tener una emulsión bituminosa sentimientos? Pues sí que los tiene, y a lo largo de este post te voy a demostrar cómo es cierta la afirmación incluida en el título.
Para ello voy a tomar como ejemplo algo que pasa, y que tiene que ver con los sentimientos cuando dos personas tienen una “cita a ciegas”.
En los tiempos que vivimos muchas relaciones se establecen a partir de “perfiles” publicados en las redes, en función de la compatibilidad se selecciona la pareja que mejor se puede adaptar a un perfil y a partir de aquí, la atracción depende de las propias personas y sus sentimientos. Pues bien tomando esta referencia, vamos con una historia de “cita a ciegas” entre nuestros dos personajes.
Foto: Journey of love by Rob Dunne
Para ello tenemos por un lado a toda una “señora emulsión” guapa y estilosa que está buscando pareja, le gustaría un gallardo y apuesto caballero, que sería el “señor don árido”, y ambos va a tener su primera cita.
La única información que dispone la “señora emulsión” sobre su caballero, del que solo conoce su perfil, o sea su ficha técnica, es que se trata de un galán, su primera impresión es muy buena pues coincide con la mayoría de los requisitos que ella busca.
Para esta primera cita, la señora se acicala todo lo posible, se pone sus mejores galas, y además aprovecha para adornarse aún más con el fin de deslumbrar con su aspecto; su imagen es impecable y espera poder llegar a su objetivo final, conquistar a su pareja.
Ya el día de la cita, la señora está esperando toda nerviosa por conocer a su caballero, y allí aparece él, todo elegante, bien vestido y limpio, con un cuerpo bastante bien formado, o sea un pincel. La primera impresión, que es siempre la que cuenta, es muy positiva para los dos. A lo largo de la cita el acercamiento es cada vez mayor y se dan cuenta que su atracción es muy intensa, tanto que su afinidad y compatibilidad es completa, o sea flechazo a primera vista, deciden por tanto continuar juntos su historia de amor.
Ahora vamos a contar esta historia pero con una pequeña modificación. Supongamos nuevamente nuestra “señora emulsión”, igualmente acicalada, también con sus mejores galas y adornos, la misma que la de la historia anterior. De su pareja igualmente conoce solo su perfil, pero en esta ocasión, aunque a primera vista el test indica que hay cierta compatibilidad, hay alguna cosa que no le convence del todo, a pesar de ello y después de pensárselo, decide intentarlo, ¡total no le cuesta nada!
Foto: Serpent Heard road by Rudolf Vlcek
El día de la cita, la “señora emulsión” está nerviosa, con ganas de conocer a su galán, sin embargo al verle entrar, se queda un poco decepcionada al observar el aspecto que presenta su pareja, el señor “don árido”, un poco sucio y desaliñado, con ciertas curvas redondeadas que hace que pierda su atractivo. No obstante, la señora sigue con interés en entablar relación y conocerle un poco más de cerca.
A medida que transcurre la velada, aunque los dos ponen su mayor interés, la “señora emulsión” se da cuenta que no existe la atracción suficiente para continuar con la relación, no hay afinidad ni compatibilidad entre ambos, con gran desilusión, deciden no continuar, separándose tomando cada uno su camino.
Y ahora después de esta historia, ¿seguís pensando que no tienen sentimientos las emulsiones bituminosas?
Lo presentado aquí es una muestra de lo que sucede cuando una emulsión entra en contacto con un árido, si éste presenta un aspecto limpio, con caras de fractura, de una naturaleza química compatible con la emulsión,.. la atracción entre ambos materiales es completa pudiendo obtener una mezcla homogénea, con buena envuelta, con una rotura franca y una buena adhesividad, dando lugar por tanto a la posibilidad de fabricar una mezcla con las prestaciones adecuadas para asegurar su durabilidad.
Por el contrario si para esa misma emulsión se emplean áridos con una suciedad elevada por la presencia de bastantes finos, y además una mala afinidad química entre ellos, dará lugar a una envuelta poco homogénea y con una mala adhesividad, lo que impediría obtener una buena mezcla, con mal comportamiento, en resumen falta de compatibilidad entre ambos materiales.
Como moraleja final de esta historia vemos que el funcionamiento de las emulsiones es como la vida misma, la relación entre emulsión y árido podrá ser feliz y podrán comer perdices si además de tener un buen “perfil” existe una buena atracción y “sentimientos” entre ambos.
Seguro que tú como lector al ver el título te has preguntado ¿Qué tiene que ver los ejercicios de intercomparación con una asociación de emulsiones bituminosas? Espero darte una explicación y para ello nada mejor que empezar con un ejemplo.
En nuestra vida cotidiana y en los medios de comunicación, lamentablemente nos estamos acostumbrando a escuchar noticias como que a un deportista, en un control de dopaje se le ha detectado una concentración elevada de un agente dopante, lo que provoca que ese deportista sea retirado de la práctica del deporte y hasta puede llegar que se le sancione. Lo primero que hace este deportista es rebatir los resultados del análisis al que ha sido sometido solicitando una repetición de la analítica bien en el mismo laboratorio o en otro. En ese caso el laboratorio que ha realizado los controles iniciales, y que para poder hacer estos análisis está homologado, dispone de mecanismos para demostrar que la información que ha emitido es correcta y veraz, y ¿cómo lo puede hacer?
Una de las formas que tiene de poder mostrar que el trabajo realizado es correcto y que los resultados son creíbles, es comprobando si sus resultados son semejantes a los obtenidos por otros laboratorios sobre el análisis de una misma muestra, a través de lo que se conoce como los ejercicios de intercomparación.
¿Y en qué consisten?, pues no es otra cosa que realizar una repetición de un análisis sobre una muestra por un número determinado de laboratorios para comprobar si todos ellos son capaces de obtener el mismo o un resultado próximo y a partir de aquí comparar, cuanto se desvía su resultado respecto a un valor medio de referencia, cuanto menor sea la diferencia más veraz y correcto será este resultado.
Si este proceso lo extrapolamos a las emulsiones bituminosas, sobre las cuales se realizan diferentes analíticas para determinar algunas de sus propiedades, entre ellas y de las principales comprobar el contenido de betún que forma parte de la emulsión, seguro que en alguna ocasión al realizar un ensayo se ha oído la expresión "algo estoy haciendo mal, he fabricado una emulsión con un 60% de betún pero al hacer el análisis obtengo un valor de 50%, cómo es posible¡¡¡¡ ¿si este ensayo lo llevo haciendo toda la vida y siempre me ha dado bien?"
He aquí el error común que se comete en un laboratorio que está continuamente haciendo de manera rutinaria una serie de análisis, que acaban tomándose como habituales una serie de operaciones que se suponen que son correctas, y que así vienen descritas en las normas, pero que como nunca ha tenido problemas, no se ha parado en evaluar si lo que está haciendo lo realiza de manera correcta o no, es decir no se ha comprobado si en esta actividad rutinaria se están cometiendo errores constantes o no.
Al igual que hace el laboratorio de control de dopaje, de intercambiarse muestras para su análisis, en el caso de las emulsiones bituminosas el proceso podría ser el mismo. En esta comparación el laboratorio de control de emulsiones podrá comprobar si el valor que está obteniendo es el correcto o no y en caso de que presente una mayor desviación, pararse a analizar todos los pasos del método de ensayo y poder detectar donde se produce el fallo dentro de la cadena del proceso.
Pues este proceso es el que se ha llevado a cabo desde ATEB, por ello su relación, a través de la organización de ensayos de intercomparación en donde se ha abierto la posibilidad de participación de diferentes laboratorios: empresas fabricantes de emulsiones, laboratorios de control de calidad y empresas aplicadoras. Este trabajo ha permitido que los laboratorios sean capaces de analizar las desviaciones detectadas y aquellos en los que la diferencia respecto a un valor medio es considerable, plantearse sus procesos y evaluar los errores que están cometiendo.
Asegurar la fiabilidad de los resultados de los laboratorios de control para las emulsiones bituminosas es fundamental en este sector, teniendo en cuenta que puede haber sanciones a partir del "no abono" de la emulsión empleada en la fabricación de la mezcla determinado cuantificado a partir del porcentaje medio de ligante deducido de los ensayos de control de calidad.
Espero que este post haya abierto una inquietud y un interés por conocer más sobre la importancia de los ejercicios de intercomparación y las ventajas que puede aportar a la actividad rutinaria para hacerla más fiable y veraz.
Como muestra del interés de ATEB por este tema, se va a realizar una presentación de los trabajos realizados en los que han participado las empresas asociadas, y que serán expuestos en las próximas jornadas que se celebrarán el día 8 de marzo en la "VI Jornada de Ensayos organizada por Asefma" y el día 20 de octubre en la "III Jornada Nacional de ATEB".